Sobre el autor
David Casas es socio fundador de Camisae.com, una camisería a medida online. Ingeniero aeronáutico de formación, desarrolla su carrera profesional en el campo de la consultoría de dirección en sectores como restauración, moda o servicios medioambientales, compaginándola con su labor como tutor en el departamento de “Creación de Empresas” en el IE Business School.
En mi anterior artículo os introduje en un modelo que denomino el Entpreneurial Rol Path, representado esquemáticamente como sigue:
Independientemente de que el nombre elegido para cada situación sea más o menos acertado, se repasan a continuación las principales características de cada una.
Falta de 4 elementos:
Promotor: Si no tiene más que una idea de negocio, le queda todo el camino por recorrer. Puede hacer dos cosas básicamente: actuar de promotor y convencer a la gente cualificada y con recursos para que desarrollen la idea, o bien ir cubriendo etapas por el camino: elaborar un Plan de Negocio (PdN), conseguir fondos, etc…
Falta de 3 elementos:
Ideólogo: Un paso más allá que el «Promotor». Además de una idea tiene un PdN (al menos un borrador trabajado), pero sigue sin contar con tiempo para dedicarse a ello, ni fondos, ni equipo. Tiene mucho camino por delante todavía.
Inversor: Es alguien con fondos, pero sin tiempo para dedicarse al proyecto y sin un PdN. Puede desarrollar su propio plan y formar su equipo, o bien puede dedicarse a buscar proyectos que necesiten inversión.
Pensador: Si sólo tiene tiempo para dedicarse a un hipotético proyecto, pero no tiene nada más, lo mejor que puede hacer es ponerse a pensar y planificar los siguientes pasos: ¿cómo conseguir el equipo?, ¿cuál va a ser mi PdN?, ¿de dónde obtendré financiación? Lo bueno de esta situación es que pensar es gratis…
4 amigos: Es común encontrar a un grupo de personas cualificadas, con una idea de negocio interesante, pero que no se han puesto a trabajar en un PdN ni están dispuestos, a priori, a renunciar a sus actuales puestos de trabajo. Si no dan pasos adelante, se quedarán siendo 4 amigos con una muy buena idea.
Falta de 2 elementos:
5 amigos: Igual que la situación anterior, pero uno o varios han decidido (o las circunstancias les han obligado a decidir) que asumiran la gestión del proyecto «full time».
Consejero:Tiene un buen equipo y un PdN trabajado, pero no dispone de tiempo para dedicar a la gestión. Tiene dos opciones, o deja sus obligaciones actuales y se dedicas «full time» al proyecto, o actúa como consejero y una de las personas del equipo asume la dirección.
Inversor con ideas: Tiene los fondos y un PdN trabajado. Necesita un equipo equilibrado y asumir la gestión o delegarla en alguien de ese equipo.
Richie Rich:Tiene tiempo para gestionar y fondos. Un paso más que el «Pensador», pero falta lo más importante: un PdN sólido y un equipo equilibrado que le complemente en el proyecto.
Falta de 1 elemento:
Fundraiser: Sólo le faltan los fondos, así que será lo primero que tendrá que asegurar antes de poner en marcha el proyecto.
Socio capitalista: Tiene un PdN trabajado, los fondos asegurados y un equipo sólido. Tiene dos opciones, o deja sus ocupaciones actuales o se convierte en socio capitalista y alguien de su equipo asume la dirección.
Headhunter: Sólo le falta una cosa, pero es esencial. Necesita tener un equipo compensado: de nada sirve unir a varias personas con las mismas capacidades. Es necesario definir los componentes necesarios y suficientes del equipo, dimensionarlo correctamente y que cubra todas las áreas «core» del negocio.
MBA Candidate: Dispone de tiempo, fondos y un equipo competente (experimentado en el sector quizás), pero no sabe cómo realizar un PdN. Antes de comenzar pida asesoramiento o adquiera la formación necesaria para llegar a elaborar un PdN sólido.
Independientemente del punto de partida y del camino elegido, el futuro emprendedor ha tenido que enfrentarse a los cuatro problemas básicos (e ineludibles) para poder acometer un proyecto empresarial con “garantías mínimas” de éxito . Al final, superar todas estas trabas es lo que distingue a un verdadero emprendedor de las personas que tienen «ganas de emprender». El quinto elemento, el carácter emprendedor, surge por sí solo. En mi opinión no es algo que se sepa que se tiene a priori, es el resultado de un cúmulo de acciones pequeñas. Se puede tener una intuición, un gusanillo, pero saberse, no se sabe. Así que no puedes contar con ello a priori. Eso sí, si crees que lo tienes sólo puedes salir de dudas de una manera: poniéndote a prueba. ¿Tienes los cinco elementos? ¿Tienes lo que hay que tener?
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