Sobre el autor
Miguel Quintana es otro de los emprendedores concursantes en esta VIII edición del concurso Banespyme-Orange. Después de una etapa formativa que le llevó a Japón y Estados Unidos, creó en 2007 la empresa O3 Wellbeing Solutions, especializada en servicios de formación a empresas y productos psico-tecnológicos.
Durante algún tiempo, ha existido el debate de si ciertas actitudes como la determinación o el ser pro-activo pueden ser entrenadas, o son caracterÃsticas innatas de las personas. En el emprendimiento, surge la misma disyuntiva: el emprendedor ¿nace o se hace? Hoy por hoy, se tiene en cuenta mayoritariamente una respuesta que integra ambas visiones.
Las actitudes del emprendedor, afortunadamente no son solamente innatas; también se pueden adquirir y entrenar. Muchas podrÃan ser las actitudes de un emprendedor de éxito. Si tratáramos de hacer una lista de las tres principales, éstas serÃan sin duda: la pasión, la determinación y la ambición.
La pasión moviliza al emprendedor. Lo natural es que esa pasión se materialice en la puesta en acción de una idea o proyecto. En ocasiones la pasión no siempre brota y el que emprende se puede encontrar en un estado de apatÃa, desánimo o desmotivación que limiten su visión. Ilusión, entusiasmo y vitalidad son la energÃa que acompaña a la pasión por emprender.
Por otra parte, la determinación es el motor de empuje, activado por la auto-motivación y movido por la auto-disciplina. El factor de la constancia y la perseverancia es fundamental para superar las dificultades a las que todo emprendedor se enfrenta en su labor como pionero o lÃder de un equipo o un proyecto.
Y finalmente la ambición, que le hace alcanzar logros y seguir planteando nuevas metas. Iniciar una nueva lÃnea de negocio, mejorar un producto o reformular lo ya establecido son retos que se pueden llegar a presentar. Sin embargo, la ambición tiene un componente de peligro, y es que puede llegar a contaminarse de elementos que la transformen en codicia o en simple deseo por alcanzar la fama.
Pasión, determinación y ambición constituyen pues la PDA que debe tener todo emprendedor siempre a mano. Una herramienta actitudinal de gran utilidad para todo directivo o empresario en su labor como lÃder. Tres ingredientes básicos que pueden combinarse con otros complementarios como la empatÃa, el optimismo, la asertividad o la creatividad para dar forma a uno mismo, a una idea o a un proyecto.
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