Archivo de la Categoría ‘oportunidad’

10
Dic

Os dejamos hoy  en el blog una experiencia de uno de nuestros estudiantes  del GMBAW- Nov 2013 y su historia emprendedora. Roberto Garcia Meizoso, ingeniero, emprendedor, en la actualidad está estudiando el Modulo de Entrepreneurship dentro de su MBA. Don´t miss the opportunity to meet him! 😉

«Sábado 11 de Octubre 2014, todavía no me lo creía pero estaba allí, “nuestros dos coches” los mismos que llevaban el trabajo, ilusiones y sueños de este último año “encima”, recibían permiso de salida en el 36 Rally Ciudad de Santander, los propios pilotos no lo sabían, pero llevaban un pequeño y ligero dispositivo que aspiraba a mejorar las cosas.

Todo había comenzado hacía ya un año, después de que me hubiesen invitado al rally de Ferrol, le propuse al organizador que nos diese la oportunidad de valorar una propuesta de mejora, que yo consideraba crucial para este deporte. Unos días después tuve su feedback: “si lo puedes conseguir, esto seráel futuro”. Así empezó esta locura que llamamos SiCAR. En ese punto estábamos tan convencidos de nuestras mejoras que nos fuimos a presentar nuestro powerpoint a instancias más altas, las respuesta fue clara, “no vuelvan por aquí”… y esa fue la mejor porque la mayoría de las puertas ni se molestaron en abrirse, a pasar de ello, como buenos cabezotas, no dejamos confiamos en nuestra intuición…

Pasado medio año estábamos en la tesitura de abandonar, porque nos habíamos dado cuenta de que sin el apoyo de nadie en el sector no podíamos sacar adelante la inversión para fabricar el prototipo, y no era solo apoyo económico lo que necesitábamos, pero también sabíamos que sin algo físico no podíamos conseguir “abrir el corazoncito” de nadie. Afortunadamente, este círculo vicioso se rompió unas semanas antes del rally de Ferrol 2014, donde conseguimos que una de las empresas de la caravana del campeonato nacional de rallies de asfalto (#cera) nos diera la posibilidad de probar un piloto de nuestro sistema, pero como todavía no lo consideraban viable debido a las condiciones extremas que deberían soportar nuestros sensores, solo pudimos probar físicamente una pequeña serie de ellos….

Los sensores funcionaron como relojes suizos, aunque un poco derretidos dentro de los neumáticos de los coches era casi imposible despegarlos, paradójicamente “todo”el mundo esperaba que se despegarían a la primera de cambio y tuvimos que usar un cutter para quitarlos.

Ese fin de semana fue corto y agridulce, al no poder realizar más pruebas no teníamos feedback suficiente como poder tomar decisiones de hacia dónde tirar. Por suerte, los responsables de la empresa Rallycar, se llevaron más sensores para las pruebas siguientes del campeonato.

Ese hecho fue lo que precipito todo, una semana antes del rally de Santander llego la llamada, “tenéis una oportunidad”, evidentemente dijimos que si pero no valoramos mucho los pros y los contras de una decisión tan precipitada, además sin tener en cuenta que la institución pública que nos brindaba soporte técnico, mejor no dar nombres, ni estaba ni se la esperaba, esa noche la pregunta fue ¿llegaremos?…

Con menos de 5 días para tener el prototipo y sin un partner tecnológico hice la cosa más ilógica, o por lo menos lo parecía, conseguir unos co-desarrolladores entre mis compañeros de master -cosa muy difícil a simple vista en un MBA-.

En unas de las muchas presentaciones personales escuche, mientras bocetaba un dibujo de la carcasa del proyecto, “he trabajado de desarrollador”, “soy ingeniera informática”….Bingo mi equipo y yo estábamos en el aula MM-601, y no nos habíamos dado cuenta de que teníamos gustos y hobbies comunes aparte del café del Starbucks, ese mismo día me arme de valor y le propuse a mi compañera Lena que formase parte de esta proyecto contrarreloj, aceptó sin pensárselo mucho y ella misma me pidió que hablase con Álvaro, otro “compi”de clase, esa misma noche tuvimos una cena los tres. En menos de 20 horas estábamos trabajando en el prototipo.

Un taller?, un laboratorio?no, el aula MM-604 del IE en la calle María de Molina. Gracias a nuestra condición de alumnos pudimos reservar un aula todas las noches para poder trabajar en equipo, siendo sincero los otros alumnos que pasaban por allíno daban crédito a tal despliegue de sensores, ordenadores y un grupo de ingenieros pasándoselo bien haciendo cosas de ingenieros en una escuela de negocios, la pregunta era ¿pero que #&%$ estáis haciendo?

Los días pasaron, y tuvimos una baja debido a que Álvaro no podía asistir a este laboratorio improvisado por motivos laborales, pero después de mucho soldar, probar y mejorar ( no quiero recordar como soldando la última placa a un día de la entrega esta se quemó, Ley de Murphy, y tuve que buscar durante una mañana por Madrid la dichosa sustituta que en ninguna de las tiendas especializadas estaba en stock, quizás el propio destino hizo que encontraremos otra de otro fabricante que al final funcionaba mejor, pero esa es otra historia…)

Al final llego el día D, a la hora H, y lo hicimos; el rally salió bien, el proyecto no solo funcionó sino que también nos dio más visibilidad. A día de hoy, han salido ya dos nuevos eventos para continuar la mejora del proyecto y seguimos trabajando en él, con nuevos partners institucionales pero con la mismas ganas desde el principio.

Con este breve relato no quiero hablar de un proyecto, quiero hablar de un reto, de la pasión por emprender, de emprender en equipo y con los recursos de los que se dispone; de buscar sinergías donde parece que nunca las habría y por supuesto “hacerlo”, como dice un buen conocido “el powerpoint lo aguanta todo”, por ello el poder tocar tu producto es la mejor empujón que se puede tener para continuar hacia delante sin miedos.

Lo importante no es el proyecto o sus métricas, lo importante es que lo hicimos, lo disfrutamos… lo conseguimos.

Para todos los inconscientes que soñáis,

Roberto Garcia Meizoso

https://es.linkedin.com/in/rgarciameizoso

21
Sep

Civiccan, una empresa comprometida

Escrito el 21 septiembre 2009 por Firma invitada en emprendedores, emprender, oportunidad

Sobre la autora

Maruxa Bescansa es socia fundadora y CEO de CIVICCAN, una joven empresa española que desarrolla y distribuye productos y accesorios, de calidad y diseño, para mascotas.  Un 2% de sus ventas se dona a la Fundación de Ayuda a los Animales (FAA), como muestra de su compromiso social.

Todavía sonrío recordando el día que mi cuñado Raúl y mi amigo Francisco, me llamaron para formar parte del proyecto Civiccan. Me quedé pensando ¿¿qué pintaba una rebotada del derecho y de la consultoría inmobiliaria, con escasa experiencia empresarial, recién casada y a quien no le cabe ni un yorkshire en su apartamento de Madrid en todo esto??. En realidad tampoco a un Teleco como Francisco, que llevaba 15 años en una empresa por cuenta ajena… pero la idea de patentar y desarrollar ese producto que un día se le occurrió a Raúl paseando a Coco… podía merecer la pena. Se trataba de nuestro «Kit Portabolsitas», una alternativa cívica, moderna y muy práctica a la triste imagen de una acera llena de excrementos de perro o a un montón de bolsas de basura atadas a una correa.

La idea ya había nacido pero ahora quedaba la apasionante misión de rodear ese proyecto de un entorno e infraestructura para fabricarla y llevarla al mercado, es decir crear una empresa.  Como anécdota nos gusta decir que Civiccan es una empresa-crisis, no  porque nos vaya mal, sino porque en junio de 2008 oficialmente «España seguía yendo bien» y de repente un mes después entrabamos en la mayor crisis económica en décadas. Sí, a nadie quiero engañar, los comienzos siempre son difíciles, pero en el caso de un producto nuevo, revolucionario y que sirve para recoger caquitas de perro para qué añadir más. Ni mi marido, que trabaja en un banco, nos conseguía financiación.

A pesar de todo esto, enseguida, nos empezaron a llamar Organismos de distintas provincias para realizar «Campañas de Concienciación» a la vez que íbamos consiguiendo a nuestros primeros clientes.   Nunca se me olvidará, la alegría que sentimos la primera vez que vimos expuestos nuestros productos en El Corte Inglés!! .  Productos pensados, hasta el más mínimo detalle, junto con nuestras creativas en nuestra oficina!!…Fue todo un cúmulo de sensaciones.

La verdad es que cuanto más esfuerzo y dificultades te encuentras en el camino más se disfruta de los objetivos cumplidos. Hoy Civiccan está apunto de afrontar su primera ampliación de capital, la gama de productos se ha incrementado hasta 12 referencias en un año (comederos, arneses, collares, correas… todo con una estética muy cuidada, gracias a nuestras creativas), ha contratado a su primer empleado y tiene en la recámara una espectacular ampliación de gama de productos y el ojo puesto en mercados internacionales. El esfuerzo está mereciendo la pena; nada hubiera sido posible sin el apoyo de nuestras familias, pero aún queda mucho por hacer, muchos sueños por cumplir.C

11
Sep

The Ice Cream Glove [una cita de Eric Ries]

Escrito el 11 septiembre 2009 por Mario López de Ávila en desarrollo de producto, oportunidad

«If you look at the typical startup, you will see the vast majority of their energy and time invested in building new technology. We act as if the biggest risk to startup success is that the technology won’t work. But in reality, most products fail because they are the Ice Cream Glove, that is, because there are no customers who will buy them.»

Eric Ries, en Don’t Be The Ice Cream Glove

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