Queremos inaugurar en esta sección una seríe de entrevistas realizadas a los proyectos finalistas de la 3ª edición de Pasion>ie, en este caso entrevistamos a José Ignacio Bescós, CEO de Unobrain Neurotechnologies http://www.unobrain.com . Detrás del proyecto están también: Javier Sánchez que se encarga del desarrollo de negocio y marketing, Marisa Fernández, neuropsicologa senior y Juan Miguel Diago, CTO.
¿Cómo funciona vuestro producto/servicio? Unobrain es el primer club de Brain Fitness online en español. Los suscriptores tienen acceso a completos entrenamientos cerebrales diseñados por neuropsicólogos, una suite de control del estrés basada en el neurofeedback y sendos módulos de acompañamiento en neuronutrición y ejercicio físico.
¿Cómo surgió la idea? Seguimos desde hace tiempo y con mucha atención los avances en neurociencia y nuestra experiencia en el lanzamiento de productos digitales nos indicó hace un par de años que había llegado el momento de acercar esos tremendos avances al gran público con el fin de que pudiera mejorar su estado cerebral, algo muy importante, sobre todo desde un punto de vista preventivo
¿Cuál es vuestro modelo de negocio? En una primera etapa los ingresos provienen de la venta de suscripciones, individuales o colectivas. A medio plazo, el contar con una gran base de capacidades cognitivas presentará oportunidades de explotación de ese “big data”.
¿Cuál es el estado de la Startup ahora? El servicio lleva unos 15 meses vivo. Unobrain tiene ya más de 60.000 usuarios registrados y vende una cantidad decente de suscripciones diarias, tanto en España como en Latinoamérica.
¿Qué tipo de inversores tiene la empresa actualmente? Hasta ahora somos los emprendedores los que hemos financiado el desarrollo de Unobrain.
¿Cuál es el rol del equipo de emprendedores dentro de la Startup? Por fuerza nos toca cubrir la mayor parte de las tareas. Desde las reuniones con representantes de sociedades médicas hasta la resolución de un problema puntual de registro de un usuario. Desde la colaboración con medios reputados hasta bajar a comprar jabón de manos.
¿Cuál es el mayor aprendizaje recibido de vuestra experiencia como emprendedores? El que se atribuye el mérito exclusivo del éxito es un idiota. El que se atribuye el demérito exclusivo del fracaso, un masoca.
¿Qué es lo que más os motiva/emociona de vuestro proyecto? Los testimonios de usuarios satisfechos. Normalmente vienen de personas sanas que practican Brain Fitness de manera preventiva. Pero, de vez en cuando, alguien con problemas se acerca y nos cuenta cosas como esta: “Creo que valdría la pena promoverlo a las personas que están pasando por un proceso de quimioterapia, sobre todo para leucemia, ya que a mí en lo personal me ha servido para darme cuenta que mi cerebro a pesar de los tratamientos y un trasplante de médula ósea, no está tan mal… porque los químicos y el proceso te desgastan muchísimo, pero Unobrain me ha levantado mucho el ánimo, así que felicitaciones por la creación de esta herramienta y comparto con vosotros que no sólo la parte física del cuerpo necesita entrenarse ”.
¿Qué es lo más complicado de vuestra experiencia como emprendedores? El poco respeto que el emprendedor encuentra entre ciertos estamentos corporativos y administrativos.
En vuestra opinión, ¿qué rasgos de personalidad son los más importantes para ser un emprendedor de éxito? En un grupo en el que caben Zuckerberg, Amancio Ortega y Oprah Winfrey nos confesamos incapaces de sacar un denominador común. Más que una personalidad determinada, lo que hay que tener es ganas. Y talento. Y mucha, mucha suerte.
Si pudierais volver atrás en el tiempo, ¿qué hubierais hecho diferente? Habríamos hecho alguna contratación con algo más de tino.
¿Qué factor o aprendizaje ha supuesto un mayor impacto o cambio en vuestro plan original? Las diferencias en velocidades de crucero y tolerancia al riesgo de los potenciales socios operativos y del propio Unobrain son demasiado importantes como para esperar a decisiones ajenas.
¿Qué consejo le darías a potenciales emprendedores? Que no se dejen deslumbrar por las historias de éxito. Este es un entorno en el que, estadísticamente, lo normal no es el triunfo. Si no se va a ser capaz de sobrellevar la dureza del camino emprendedor y a relativizar un probable fracaso, mejor no intentarlo. Pero si se intenta, hay que estar listo para darlo todo.
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